
Vida intermitente

La vida intermitente es una terapia desarrollada por el Dr. Leo Pruimboom. Utiliza estímulos horméticos combinados (antiguos estresores leves) de forma intermitente para contrarrestar las enfermedades crónicas no transmisibles del mundo occidental. Estas enfermedades tienen su origen en factores de riesgo como las dietas hipercalóricas, el sedentarismo, la malnutrición, el estrés social y la contaminación ambiental.
El fenómeno de la hormesis
La hormesis es un fenómeno biológico en el que una exposición baja o moderada a un factor estresante, como una toxina u otro estímulo nocivo, tiene efectos beneficiosos sobre la salud y el funcionamiento de un organismo.
¿Qué son los estímulos horméticos?
Los estímulos hormonales se refieren a factores estresantes o desafíos leves, normalmente intermitentes, que, cuando se aplican a un sistema biológico, desencadenan respuestas adaptativas y dan lugar a una mejora de la resiliencia y la funcionalidad.
Características importantes de los estímulos horméticos
- Relación dosis-respuesta: En la hormesis, las dosis bajas o moderadas de un factor estresante tienen un efecto positivo, mientras que las dosis altas pueden ser perjudiciales.
- Respuestas adaptativas: La exposición a un estresor hormético provoca adaptaciones a nivel celular y molecular. Esto incluye la activación de mecanismos de protección, procesos de recuperación y una mejora de las funciones fisiológicas.
- Efectos beneficiosos: Las respuestas adaptativas pueden aumentar la resistencia al estrés oxidativo, mejorar la función inmunitaria, mejorar la reparación celular e incluso aumentar la longevidad.
Así que con esta terapia, puedes hacer que tu cuerpo sea más fuerte y más resistente contra todo tipo de estrés y enfermedades.
Algunos ejemplos de estímulos horméticos son entre otros:
Ejercicio: El ejercicio es un ejemplo clásico de hormesis. El ejercicio regular y moderado provoca estrés en el cuerpo, lo que conduce a una mejor forma física, músculos más fuertes y un metabolismo más eficiente. Por lo tanto, el ejercicio hace que tu cuerpo sea más fuerte y saludable.
Restricción calórica: Se ha demostrado que la restricción calórica leve, consistente en ingerir menos calorías sin llegar a la desnutrición, alarga la vida y mejora la salud metabólica en varios organismos. Al comer menos, el cuerpo está más sano y es más resistente.
Exposición al calor y al frío: Las sesiones de sauna y la crioterapia (exposición al frío) son ejemplos de estresores horméticos. Crean adaptaciones beneficiosas en el organismo, como una mayor producción de proteínas de choque térmico y una mejor termorregulación. Estas adaptaciones fortalecen el organismo y lo hacen más resistente a los cambios de temperatura.
Hipoxia: los periodos breves de privación de oxígeno (isquemia) pueden proteger los tejidos y órganos de posteriores episodios isquémicos más graves. Este estrés controlado hace que el organismo sea más resistente a futuras carencias de oxígeno.
Sed: La sed leve aumenta la producción de oxitocina e inhibe la típica respuesta de estrés causada por la activación del eje HPA y del sistema nervioso simpático. Como todos los animales, los humanos bebían agua siempre que podían encontrarla, por lo que su organismo se adaptó a los periodos de sed.
Fitoquímicos y antioxidantes: Muchos compuestos naturales de las plantas, como ciertos polifenoles y antioxidantes, actúan como estresores horméticos. En dosis bajas, estimulan los mecanismos de defensa celular y contribuyen a la salud general.
Ciruelo L., Muskiet F.A.J. “Vida intermitente: el uso de antiguos desafíos como vacuna contra los efectos deletéreos de la vida moderna – Una hipótesis”. Hipótesis médicas 120 (2018) 28-42
Estímulos horméticos
Lo que no te mata te hace más fuerte