Medicina del estilo de vida

La clave del envejecimiento saludable

Nuestro estilo de vida actual es responsable de más del 95% de nuestras enfermedades. Esto se debe a una combinación de factores: ejercicio insuficiente, dieta desequilibrada, flora microbiana alterada, estrés crónico, privación crónica del sueño y un entorno poco saludable (incluido el tabaquismo). Estos factores de riesgo actúan conjuntamente y deben abordarse de forma conjunta para envejecer de forma saludable.
 
La medicina del estilo de vida es un enfoque sanitario que se centra en abordar y prevenir las enfermedades crónicas modificando los factores del estilo de vida. Hace hincapié en la promoción de comportamientos, hábitos y elecciones saludables para mejorar el bienestar general y reducir el riesgo de diversas afecciones médicas.
 
En lugar de limitarse a tratar los síntomas con fármacos y procedimientos, la medicina del estilo de vida se centra en las causas subyacentes de las enfermedades. Este enfoque incluye diversos aspectos, como la nutrición, el ejercicio, el cambio de comportamiento, el control del peso, la mejora de la tolerancia al estrés, la resiliencia emocional y el tratamiento de las adicciones.
 

El objetivo no es sólo tratar las dolencias existentes, sino también prevenir la aparición de enfermedades crónicas promoviendo estilos de vida más saludables. Este enfoque holístico reconoce la interconexión de los distintos aspectos de la vida y su repercusión en la salud.

 

La medicina del estilo de vida forma parte de la psiconeuroinmunología.

Lo que comemos se considera un factor ambiental que influye tanto positiva como negativamente en nuestra salud.

Los nutrientes, que obtenemos de los alimentos, afectan al funcionamiento de nuestro organismo y pueden causar o prevenir enfermedades. La forma en que los nutrientes interactúan con nuestro sistema inmunitario en el intestino es complicada. Estos ayudan a las células inmunitarias del intestino a funcionar correctamente y también determinan qué bacterias viven en él.

Una alimentación sana puede servir como medicina preventiva y ayudarnos a mantenernos sanos. Muchas enfermedades crónicas están causadas por una alimentación poco saludable, y la elección de alimentos más sanos puede ayudar a prevenir y tratar estas enfermedades.

Algunos alimentos pueden causar enfermedades, pero otros tienen fuertes propiedades medicinales y protectoras que nos ayudan a mantenernos sanos.

El ejercicio regular puede reducir el riesgo de muerte prematura hasta en un 30%, tanto en hombres como en mujeres.

Nuestro cuerpo está hecho para el ejercicio. Para mantenernos sanos y en forma, necesitamos cierta cantidad de actividad física. Nuestros cuerpos tardarían muchas generaciones en adaptarse a una vida con poco ejercicio. Las personas de hoy tienen la misma necesidad de actividad física que nuestros antepasados de hace 40.000 años.

Al ingerir más calorías de media, se crea un excedente energético. Esto conduce a la obesidad, que a su vez provoca problemas de salud. Por tanto, el ejercicio es esencial para mantenerse sano.

El ejercicio también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental. Puede ayudar a prevenir o aliviar trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y las enfermedades relacionadas con el estrés.

Controlar el estrés negativo puede reducir la ansiedad, la depresión y los trastornos inmunitarios, lo que redunda en un mayor bienestar.

La gestión del estrés ofrece herramientas para restablecer y reajustar el sistema de alarma de tu cuerpo. Ayuda a tu mente y a tu cuerpo a ser más resistentes y adaptables. Sin una gestión adecuada del estrés, tu cuerpo puede estar constantemente en estado de alerta. Con el tiempo, esto puede provocar graves problemas de salud.

Al igual que otros seres vivos, el ser humano posee un mecanismo innato por el que diversas funciones corporales se desarrollan siguiendo un ritmo determinado, los llamados ritmos circadianos. En estos ritmos influyen la luz y la oscuridad, pero también la ingesta de alimentos, el estrés, la actividad física, el entorno social y la temperatura. Cada tejido y órgano tiene su propio ritmo circadiano, regulado por su propio reloj biológico. Un relog central en el cerebro coordina todos los relojes biológicos.

Los ritmos circadianos desempeñan un papel importante en funciones como los patrones de sueño, la liberación de hormonas, el apetito, la digestión y la temperatura corporal.

La pérdida prolongada de sueño y la alteración constante de los ritmos circadianos pueden aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, trastornos del estado de ánimo, problemas cardiacos y de tensión arterial y cáncer, y agravar los problemas de salud ya existentes.

Los estudios científicos documentan cada vez más la importancia de la nutrición y los beneficios de los complementos dietéticos para promover la salud y prevenir enfermedades.

Algunos suplementos dietéticos pueden mejorar la salud en general y ayudar a controlar determinados problemas de salud.

Los seres humanos somos criaturas sociales por naturaleza, y la falta de conexión social o el sentimiento de soledad provocan mucho estrés. Existe una relación entre la soledad, el aislamiento social y el aumento de la mortalidad.

El compromiso social se ha relacionado con mejores resultados sanitarios, la lucha contra la soledad, la prevención del deterioro cognitivo y la demencia, y la mejora de la calidad de vida.